La CE define las Tecnologías Facilitadoras Esenciales (TFE) (2.2) como aquellas tecnologías con un uso intensivo de conocimiento que están asociadas a una elevada intensidad de I+D, unos ciclos rápidos de innovación, un gasto elevado de capital y una mano de obra muy cualificada.

La actualización de la Comunicación de la CE (2.1) recoge adecuadamente la situación actual en cuanto a las TFE: el liderazgo en materia de I+D y propiedad intelectual no se ha conseguido traducir en un liderazgo industrial en estas materias. Además, se hace un adecuado hincapié en la necesidad de abordar una política de I+D+i correcta para cada una de las tecnologías, orientada a la especialización inteligente (RIS3), y promover la incentivación de acciones que favorezcan la transferencia de tecnología y su llegada al mercado, a través de la implantación de cadenas de producción piloto y proyectos de demostración que impliquen a los diferentes elementos de la cadena de valor. La propia CE reconoce que sólo mediante ambiciosos proyectos de demostración y prueba de concepto, puede favorecerse la comercialización de las TFE. Otro aspecto de relevancia del documento es que la innovación en estas tecnologías debe ser traccionada e impulsada desde la demanda de productos y servicios, algo en lo que Europa, por su tamaño de mercado, puede ejercer un papel relevante, y no tanto desde los avances científico - técnicos.