Según la Comunicación de la CE, el mercado de bioproductos es considerado como aquel de sustancias químicas o biomateriales que se obtienen mediante procesos biológicos (biotecnología industrial) utilizando materia prima biomásica. Como también indica la CE (3.1), este mercado tiene potencial para generar una nueva bioindustria en Europa y aporta ventajas de ecosostenibilidad y posicionamiento empresarial. Asimismo, su potencial de generación de riqueza y empleo es considerable. Como factores propulsores de este mercado, la CE menciona dos objetivos que se comparten plenamente en este informe: el desarrollo del entorno normativo (con una consecuente actualización de la reglamentación) y el impulso de la inversión del sector privado, para el abordaje de retos tecnológicos concretos. Sin embargo, se echa en falta la mención de otros aspectos significativos, como por ejemplo el capital humano y las capacidades tecnológicas requeridas.

Según CTA, el reto tecnológico del escalado de la producción de bioproductos bajo un modelo de biorrefinerías requerirá capital humano altamente cualificado y capacidades tecnológicas de primer nivel. Además, se plantea un reto de negocio de envergadura. Si se quiere obtener el máximo de un sistema productivo basado en biorrefinerías, el desarrollo de clústeres tecnológicos y de alianzas estratégicas intersectoriales y/o transnacionales puede ser la vía óptima, estrategia que se está consolidando en países como Bélgica, Holanda, Alemania y Francia.