Anexo Documental

Línea 4 - Análisis de la situación industrial

Estado de la técnica y el negocio en España y Andalucía

En el sector de la construcción, la estructura de la industria en España es similar a la europea, caracterizada por una gran fragmentación y por una escasa integración de la cadena de valor, así como por una especialización técnica muy reducida de la mano de obra, y con una tecnificación escasa en sus procesos de producción. Su peso en la economía española sigue siendo muy importante, aunque es sin duda el área que más ha sufrido la crisis económica de los últimos años, con una fuerte destrucción de empleo a partir de una caída muy importante de la demanda. Como nota positiva, puede identificarse un grupo de empresas, reducido pero muy destacado, con una cifra de negocios muy importante, presente en multitud de mercados europeos e internacionales. No obstante, su principal actividad internacional se sitúa en la construcción y explotación de infraestructuras, más que en la edificación. Este grupo de empresas, en general, está bastante bien posicionado en la PPP europea sobre edificios energéticamente eficientes (4.6).

Así, las principales iniciativas a escala europea de innovación en sostenibilidad en la edificación ha contado con un peso empresarial español relevante, aunque es cierto que normalmente más como integradores y validadores de tecnología que como desarrolladores de la misma, en áreas tan relevantes como la integración de fuentes de energías renovables en edificación, desarrollo de nuevos materiales mejorados aislantes, o el control y monitorización de consumos energéticos en edificios. No obstante, hay algunas excepciones muy relevantes donde la tecnología española sí es la base de las experiencias innovadoras en edificación sostenible (Acciona, Abengoa, FCC, OHL, etc.).

En el área de la gestión de residuos, la industria española se ha centrado más en el modelo de negocio y en la fortaleza de la gestión empresarial que en el desarrollo de tecnología propia de valor añadido. No obstante, en esta área tan amplia (tanto como tipos de residuos existen), las empresas españolas vuelven a estar bien posicionadas a nivel europeo (4.3), y cuentan con un gran potencial para aumentar su capacitación tecnológica, desarrollando nuevos procesos de valorización y reutilización de residuos.

Dada la escasez comparativa de recursos naturales de materias primas no energéticas o agrícolas de España, el nivel de desarrollo empresarial y tecnológico español en esta área es escaso. No obstante, si se amplía el concepto de los procesos extractivos hasta el reciclado y reutilización de residuos, sí puede contemplarse un pequeño nicho industrial español especializado en esta parcela (“minería urbana” según la terminología de la Comisión). Los esfuerzos nacionales de investigación en esta área también son relevantes, aunque en ocasiones son aprovechados por suministradores de tecnología de otras nacionalidades.

En lo que respecta a Andalucía, son necesarias ciertas matizaciones. En primer lugar, en la región el sector de la construcción sigue teniendo un peso muy importante en la economía, alcanzando una contribución superior al 12% del PIB regional y suponiendo más del 7,5% del empleo (4.10).
En términos de PIB, supone un 15% del total español aproximadamente (4.10). Sin embargo, el
número de empresas grandes es aún más reducido que a escala nacional, por lo que es muy escaso el número de empresas bien posicionadas a escala europea y/o internacional (Sando, Azvi). De las empresas españolas más destacadas del sector, aunque tienen fuerte implantación en Andalucía, los centros de decisión y los principales inversores no se localizan en la región. En Andalucía, se encuentran tres fuertes concentraciones empresariales relacionadas con materias primas y bienes para el sector de la construcción (subsector residencial principalmente): clúster de madera y mueble (Córdoba, Jaén), clúster cerámico (Jaén, Córdoba) y clúster de la piedra (Almería), que en-
globan a más de 4.000 empresas en la región (4.11) (4.12) (4.13), pero de muy reducido tamaño medio y con unas condiciones financieras de operación muy débiles.

En el área de la gestión de residuos, sí es posible encontrar alguna empresa mediana y grande de capital andaluz, bien posicionada, aunque la mayoría del tejido productivo en este ámbito son pymes, sociedades de carácter público o empresas de implantación multinacional, con toma de decisiones empresariales fuera de la región.

En lo que se refiere a materias primas no energéticas o agrícolas, la industria de extracción de minerales metálicos es uno de los escasos subsectores industriales que ha crecido en la región en los últimos años (4.10), en especial por la explotación de yacimientos en la faja pirítica ibérica, en Sevilla y Huelva, con grandes inversiones industriales por parte de multinacionales de capital extranjero.

Fortalezas y debilidades para España y Andalucía

La sostenibilidad, entendida como una gestión más eficiente de los recursos naturales actuales para no comprometer las futuras generaciones, es un gran desafío para Europa, al mismo tiempo que una oportunidad no sólo social sino también económica. La economía de la UE utiliza gran cantidad de recursos naturales importados, estimados entre el 20% y el 30% del total (4.3). Pero, por otro lado, cada europeo genera 5 toneladas de residuos al año (4.3). Este balance actual es claramente insostenible, y debe avanzarse hacia un aprovechamiento de recursos en “circuito cerrado”. Así, la gestión de los residuos y el suministro de materias primas son dos caras de la misma moneda. En opinión de CTA, el desarrollo
de tecnologías que consigan la integración y
sinergia entre ambas facetas es una gran oportunidad para Europa en general, y para España y Andalucía en particular, donde la tasa de impor-tación de recursos naturales es aún mayor.

En opinión de CTA, en el sector de la construcción, debería aprovecharse la fortaleza de los grandes grupos para consolidar su posición basándose en el aumento de herramientas tecnológicas en su portfolio de oferta, herramientas enfocadas a la renovación del parque edificatorio europeo y a la construcción de nuevos edificios de consumo cero. Además, podrían servir de tractoras para que un mayor número de empresas españolas del hipersector construcción (materiales, equipamiento, servicios profesionales) compitan en el mercado europeo e internacional. Ante la segura paralización del mercado de edificación en España durante los próximos años, en opinión de CTA, las empresas españolas deben dirigir sus esfuerzos de innovación a dotarse de soluciones técnicas competitivas que permitan la mejora de la sostenibilidad del parque edificatorio español actual y la construcción de nuevas edificaciones con huella de carbono minimizada. La marca España en arquitectura y edificación debe extenderse y ampliarse, desde un concepto fundamentalmente artístico hacia otro que aglutine diseño (arte) y tecnología.

En el sector de la gestión de residuos, también se abren importantes desafíos para España. Los niveles de recogida selectiva de residuos en España han mejorado en los últimos años, a la par que las tasas de recuperación y reutilización de estos, pero aún queda bastante margen de mejora, en opinión de CTA. Es especialmente interesante la recuperación y reutilización de componentes
de alto valor añadido, procedentes de residuos electrónicos. A nivel europeo no existen Plataformas Tecnológicas específicas sobre tecnologías para la gestión de residuos. En España existe alguna, de definición más amplia (tecnologías ambientales), aunque con líneas de acción muy enfocadas a tecnologías de gestión de residuos. En opinión de CTA, deberían impulsarse las redes ya constituidas para coordinar esfuerzos de innovación al respecto, e intentar liderar iniciativas a escala europea.

El papel español en la Iniciativa de Cooperación de Innovación Europea en Materias Primas parece por el momento limitado, ya que no presente ninguna entidad española, empresarial o pública, en su comité director de alto nivel (4.7) (4.8) (4.9).

Todos los comentarios para el ámbito nacional son aplicables al ámbito andaluz, aunque caben algunas matizaciones relevantes:

  • Las empresas gestoras de residuos de capital andaluz están bien posicionadas. Por ejemplo, en la plataforma tecnológica española de tecnologías ambientales (Planeta), de sus cinco líneas estratégicas de investigación (4.14), tres están lideradas por entidades andaluzas (Instituto Andaluz de Tecnología, Inerco y Abengoa).
  • Las principales empresas mineras implantadas en Andalucía son de capital extranjero, no europeo, y están poco imbricadas con el resto de sectores productivos regionales. Hay un largo recorrido en este sentido.

Diagnóstico y recomendaciones

Los sectores industriales europeos más directamente afectados por esta línea de actuación tienen un peso actual muy significativo en la economía europea, sobre todo en el empleo. El sector europeo de extracción de materias primas no energéticas ni agrícolas emplea a más de 30 millones de personas (4.1). El de la construcción supone algo más del 10% del PIB a escala europea, generando aproximadamente 20 millones de puestos de trabajo, en más de 3 millones de empresas, el 95% de las cuales son pymes con menos de 20 empleados (4.2). El sector del mueble emplea a más de 1,4 millones de personas (4.1). El sector de la gestión de residuos, algo más difuso, emplea a más de un millón de personas (4.3). Globalmente, pues, estamos hablando de sectores industriales con un mercado de trabajo actual superior a los 50 millones de personas. También hay que resaltar que, en general, han sido sectores especialmente castigados por la crisis económica europea, y en los que la destrucción de empleo se ha acentuado en los últimos años.

El peso específico actual de las industrias españolas en los citados sectores es, en general, bastante destacado. Empresas de capital español del sector de la construcción, de materiales de construcción y de la gestión de residuos se sitúan entre las más importantes, y voluminosas, de la industria europea (4.3) (4.4). Aunque su peso relativo ha decrecido en los últimos años, pues la situación económica española les ha perjudicado de forma más importante que a su competencia europea e internacional, siguen siendo actores claves. Pueden citarse algunos ejemplos que son muy ilustrativos, de empresas líderes en el sector de la construcción y en el de la gestión de residuos simultáneamente a escala europea, como son Ferrovial, FCC y ACS (4.3) (4.4). El sector del mueble español también es uno de los 4 principales europeos (4.1). La excepción de esta buena posición de la industria española se situaría en el sector de extracción de materias primas no energéticas o agrícolas, donde España no ocupa una posición actual destacada, aunque tendría una oportunidad de negocio importante en la denominada “minería urbana” y donde las empresas de gestión de residuos comienzan ya a posicionarse.

En el ámbito de Andalucía, es destacable la importante oportunidad que puede representar esta línea para sectores industriales de gran tamaño y desarrollados en los últimos años, pero en franca decadencia en la actualidad, como son los sectores de la construcción, materiales de construcción e industria del mueble. Y también para los sectores con mejores perspectivas de evolución a corto plazo como son el de la gestión de residuos y el de extracción de materias primas no energéticas o agrícolas.

Las prioridades tecnológicas y de negocio recogidas en este apartado del documento están alineadas con los objetivos y líneas de trabajo del Programa Marco Europeo de Investigación e Innovación 2014-2020 (Horizonte 2020). Esto, sin duda, ofrecerá una importante oportunidad de apoyo y financiación a escala europea a las empresas españolas que desean invertir en nuevas tecnologías e innovación en las áreas señaladas. En concreto, las prioridades están incluidas en
los retos sociales 3.1 Reducir el consumo de energía y la huella de carbono mediante un uso inteligente y sostenible; 5.3 Garantía de abastecimiento sostenible de materias primas no agrícolas y no energéticas; 5.4 Transición hacia una economía verde a través de la ecoinnovación, así como en las prioridades tecnológicas de liderazgo industrial; 3. Materiales avanzados y 5. Fabricación y transformación avanzadas del Programa específico de Horizonte 2020 (4.5).

La recientemente aprobada Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020 está completamente alineada con los retos y prioridades tecnológicas señaladas en el Horizonte 2020, por lo que las empresas españolas también podrán recabar apoyo público nacional en el desarrollo de inversiones e innovaciones dirigidas a la consecución de una industria más sostenible (construcción, gestión de residuos y de materias primas no energéticas o agrícolas).

Los citados sectores industriales son sectores donde la demanda pública tiene un peso importante. Por ello, toman especial interés las incitativas relacionadas con Compra Pública Innovadora que puedan impulsarse por las diferentes administraciones públicas, de ámbito comunitario, estatal o regional, como motor para favorecer inversiones en nuevas tecnologías e innovaciones en las prioridades señaladas.

En opinión de CTA, debe impulsarse la capacitación tecnológica de las pocas grandes constructoras andaluzas que aún quedan, y mejorar su posicionamiento a escala europea e internacional, e impulsar el crecimiento de tamaño empresarial de aquellas medianas con una mejor orientación hacia la sostenibilidad en su modelo de negocio. El actual posicionamiento de las constructoras andaluzas en iniciativas innovadoras público-privadas es aún muy escasa. Deben así mismo reorientarse los modelos de negocio de las empresas de los subsectores de cerámica, piedra, madera y mueble de la región, incorporando mucho mayor valor añadido, diseño y sostenibilidad en su estrategia a corto y medio plazo.